Escucho éxtasis, aún recuerdo cuando estábamos así. L se merece una matrícula de honor, y está feliz en Madrid. Está al final del laberinto rodeada de la mejor compañía. C siguió adelante y no lo hizo nada mal. Mujer con recursos. En el exilio se vive bien, tranquilo. Echando de menos las noches al fresco con camisetas de manga corta y bailes de playa. Pero saboreando rápidamente la independencia. Mucha tranquilidad, sin conflictos. Los días pasan fugaces. Y en cuanto a R... duerme a mi lado mientras escribo.
lunes, 20 de mayo de 2013
Recapitulemos.
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