viernes, 20 de septiembre de 2013

El pasado.

El pasado es un bucle. Es peligroso y adictivo. Es como una droga blanda. Pruebas a pensar en ello y desagrada. Parece que algo por dentro te desgarra lentamente las entrañas e hiere cada centímetro de tu estómago y de tu esófago llegando hasta la garganta. Pero a la vez atrapa, y quieres recordar más. Y descubrir más, saber más. Cuadrar fechas y planes pasados. Besos dados, besos robados, palabras mal dichas. Mentiras y verdades. Y entras en el bucle, el huracán de las dudas, de los miedos, de las inseguridades. Es tan desagradable y dramático como gratificante. Es morbo. Es drama. El pasado es un bucle.

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