"... Esta noche llueve sin parar, ha llegado con ganas de comerse el mundo y solo ha conseguido no caerse en la calle paralela a donde vive. Las estrellas en el techo brillan levemente, constelaciones apiñadas sin sentido. Da una vuelta y otra vuelta más y finalmente llega al portal de casa. Patio bucólico con escaleras de piedra. Una vez arriba la señal de dirección obligatoria no deja de mirarle, y ella de admirarla. Sonríe. Y no hace falta más para sentarse en la butaca frente a la mesa de madera, coger el bolígrafo y encender el flexo azul.“Delirios, mantas de colores, piedras y papeles o tijeras. Cortar de raíz un nada o dejar pasar un todo. Dejar de poner sonrisa de buena cuando por dentro solo tiene ganas de un refresco bien frío para paliar la resaca. Música suave para descifrar claves. Síntesis y esquemas. Disfraz de caperucita sin piel de cordero, el bosque es duro y vence quien resista primero. Al margen derecho manteniendo suspicacias, libertad y coraje. Intranquilidad y calma. La tormenta llegará, seguro. Y tendremos que bailar una vez más con impermeables y botas de colores, y sin paraguas."Y una voz tenue sale de la nada y dice: "mira como llueve. Abre la ventana."
martes, 13 de marzo de 2012
De lo que la lluvia supuso.
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